TRABAJADORES POR LA DIGNIDAD
Este primero de mayo, conmemorando los 45 años del manifiesto de la CGT de los Argentinos, las organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) marcharán a partir de las 10:00 hs. desde el Ministerio de Trabajo hasta el Sindicato Gráfico, emblema de la resistencia popular. Reclamarán igualdad de derechos para todos los trabajadores que se desempeñan por afuera del mercado laboral formal, la apertura de una “paritaria social” para discutir los problemas de ese sector y la inscripción de la CTEP como organización gremial representativa de cooperativistas, cuentapropistas, comunitarios e informales en sus distintas ramas de actividad.
En esta jornada de reafirmación de los derechos del trabajador en todo el mundo, los descamisados del presente, cartoneros, manteros, artesanos, feriantes, vendedores ambulantes, costureros, motoqueros, campesinos, obreros de fábricas y empresas recuperadas, ladrilleros, trabajadores de infraestructura social, trabajadores de programas sociales y de otros tantos sectores castigados por la informalidad y la precarización laboral, nos damos cita en el Ministerio de Trabajo para marchar hacia el Monumento al Trabajador.
No queremos ser objetos de asistencia sino trabajadores con derechos. Por eso, entregaremos un petitorio al Ministro de Trabajo para solicitar la apertura de una “paritaria social” donde se discutan los problemas de todos los trabajadores que no estamos representados por los sindicatos con personería gremial ni tenemos convenio colectivo de trabajo, los que no tenemos un salario mínimo vital y móvil, ni aguinaldo, ni vacaciones, ni art, ni obra social, ni asignaciones familiares, ni licencias por enfermedad ni ninguno de los derechos que consagra nuestra constitución y las leyes nacionales.
Este primero de mayo, los que “sobramos” en el mercado y fuimos inventando nuestro propio trabajo, a los ponchazos y desde abajo, muchas veces explotados y siempre relegados, exigimos que el Estado intervenga en la economía informal para garantizar que todos podamos gozar de plenos derechos laborales. Invitamos a todas las organizaciones a participar de esta actividad y esperamos una respuesta favorable de las autoridades nacionales. Se adjunta documento con una exposición de los motivos de la convocatoria.
Participan: CTD Anibal Veron - Movimiento Popular La Dignidad - Movimiento Evita - Movimiento de Trabajadores Excluidos - Movimiento Nacional Campesino Indígena - Movimiento Nacional del Empresas Recuperadas - MTD Aninal Verón - Marea Popular - Trabajadores y cooperativas adheridas
Fundamentos de la Convocatoria
Buenos Aires, 1-5-2013
CTEP - Consejo Promotor
1.- El día del Trabajador como reafirmación de la lucha.- El primero de mayo es un día de lucha por los derechos del trabajador en todo el mundo. Nació del grito agónico de los "Mártires de Chicago", cuando la explotación capitalista se descargaba brutalmente sobre la naciente clase obrera. Por entonces, la vida de las mayorías estaba signada por jornadas extenuantes, salarios miserables, condiciones insalubres de labor, hacinamiento habitacional, servidumbre doméstica, trabajo infantil y proscripción de las organizaciones obreras. El Capital, amasado originariamente con la sangre de los esclavos, las guerras imperialistas y el saqueo de Nuestra América, recorría desbocado el camino de su mundialización, aplastando en su tempestuoso andar millones de vidas, expulsando a los campesinos de sus tierras, destruyendo la naturaleza e imponiendo el culto a la ganancia como religión universal, sin que existiera en el planeta fuerza algunas capas de oponerse.
2.- El piso de derechos sociales que supimos conseguir.- Fueron los trabajadores los que finalmente le hicieron frente. Mucha sangre ha corrido en nuestro país y en todo el planeta para frenar la ambición desmedida del Capital y mejorar las condiciones de existencia de las mayorías. La lucha de los Pueblos permitió, en algunos países, terminar con el capitalismo y establecer regímenes socialistas no exceptos de grandes errores. En otros, como el nuestro, logramos conquistar la Justicia Social, un piso mínimo de derechos por debajo del cual no podía estar ni el más pobre de nuestros compañeros: salarios dignos, jornadas de 8 horas, aguinaldo, vacaciones, acceso a la salud y la educación, recreación y turismo social, vivienda popular, previsión social y jubilaciones dignas, convenios colectivos, paritarias y sindicatos que defiendan al trabajador, se convirtieron en conquistar irrenunciables e irreducibles de nuestro Pueblo.
3.- Neoliberalismo y recuperación popular.- Sin embargo, con globalización neoliberal y la hegemonía imperialista, los trabajadores retrocedimos en estas conquistas y solo una fracción se mantuvo por encima de ese piso de derechos; mientras tanto, muchos otros descendíamos en caída libre hacia ese infierno de la exclusión. En nuestro país, pese a la heroica resistencia popular, los niveles de desocupación y miseria llegaron a extremos trágicos hasta que el 20 de diciembre de 2001, el Pueblo dijo basta y estalló en rebelión, pariendo en la lucha una nueva etapa histórica de nuestra Patria. Se inició entonces un proceso de recuperación de derechos que abrió un nuevo horizonte para los trabajadores: además de mejorar notablemente los niveles de empleo, recuperamos las paritarias, mejoramos los salarios, logramos una participación más activa del Estado en la economía, se conquistaron nuevos derechos como la Asignación Universal por Hijo, se reestatizó el sistema de jubilaciones y pensiones, se amplió significativamente la cobertura de nuestros abuelos, se nacionalizaron algunas empresas estratégicas y vivimos un reverdecimiento de la militancia popular, particularmente entre la juventud.
4.- Ascenso popular en Latinoamérica.- Al mismo tiempo, en muchos otros lugares de nuestra Nación Latinoamericana se producían fenómenos similares de ruptura con el neoliberalismo y recuperación nacional. En algunos países de la Patria Grande esos procesos se propusieron avanzar hacia un nuevo sistema social, superador del capitalismo dependiente que se nos había impuesto desde el Imperio. También se recuperó el sentido de unidad de nuestros países y la integración regional volvió a visualizarse como una tarea estratégica de nuestros Pueblos en el camino de su liberación. De esta forma, Latinoamérica se convirtió en uno de los puntos focales de la resistencia mundial contra el neoliberalismo en el marco de una profunda crisis del capitalismo global.
5.- La injusticia que persiste.- Pero nuestro Pueblo sabe bien que, a pesar de todos los avances paridos durante los últimos años, lejos estamos de vivir en una Patria Justa. La injusticia que persiste se expresa dramáticamente en nuestros diez millones de pobres, en millones de trabajadores sin plenos derechos, en multitud de niños sometidos a trabajo infantil, en la desesperanza de los jóvenes que ni estudia ni trabaja, en cientos de miles de hogares arruinados por el paco, en la opresión de nuestros hermanos esclavizados en prostíbulos y talleres clandestinos, en los campesinos e indígenas desplazados por el agronegocio, en millones de compatriotas sin vivienda digna, en centenares de villas y asentamientos sin infraestructura básica, en los pibes asesinados por el gatillo fácil y el crimen organizado; todas situaciones de injusticia que sentimos en lo más profundo y nos convocan a redoblar el esfuerzo militante.
6.- Los obstáculos a la justicia social- La madre de estas injusticias son las estructuras que entroniza la ganancia, la cultura consumista, el saqueo de los recursos naturales y la productividad como factor rector de la vida social. En el marco de la crisis global del capitalismo, el capital financiero y las corporaciones transnacionales, en estrecha alianza con las oligarquías y monopolio locales, profundizan una ofensiva que pretende mercantilizar la vida, subordinar la agricultura y los bienes naturales a lógicas especulativas y profundizar la explotación de los trabajadores, provocando la exclusión de grandes masas de pueblo. Son estas estructuras las que mantienen a millones en la exclusión y a nuestro Pueblo trabajador dividido, no entre oficialistas y opositores como quieren hacernos creer los monopolios mediáticos, sino entre integrados y excluidos: esta es la principal contradicción social que atraviesa hoy a nuestro Pueblo. Superarla es la tarea más apremiante del movimiento popular. Somos lo que falta.
7.- Los “nuevos” trabajadores.- Los millones de excluidos del mercado formal de trabajo, los millones de expulsados del campo y los que aún resistimos en nuestro territorio, nos fuimos buscando un lugarcito en la periferia social, inventándonos nuestro propio trabajo, aferrándonos a los programas sociales, también sudando en pequeñas empresas informales que no garantizar condiciones dignas de labor. De a poquito nos fuimos organizando, formamos movimientos, asociaciones, cooperativas, recuperamos fábricas, defendimos y recuperamos nuestro territorio y forjamos lazos de hermandad entre nosotros. Los cartoneros, campesinos, artesanos, vendedores ambulantes, feriantes, trabajadores de programas sociales, motoqueros, cooperativistas, microemprendedores y obreros de empresas recuperadas, comenzamos a salir a la luz y a reclamar los mismos derechos que el resto de la clase trabajadora.
8.- Trabajo, Organización y Lucha.- Con la dignidad del trabajo, comenzamos a forjar organizaciones para luchar por nuestros derechos. No vamos a esperar que la Justicia Social caiga como maná del Cielo porque creemos profundamente que “sin poder popular no hay justicia social”. Con independencia de la posición política de cada uno de nosotros, reafirmamos nuestra convicción en que sólo la organización y la lucha de los trabajadores puede garantizar un futuro digno para nuestro Pueblo, defender los derechos conquistados y profundizar el camino hacia la liberación nacional y la justicia social.
9.- La necesaria unidad del movimiento obrero- En ese sentido, la unidad del movimiento obrero es una necesidad estratégica que trasciende ampliamente la coyuntura política. La dispersión de las fuerzas populares y la fragmentación política, social y económica de los trabajadores constituyen el principal obstáculo para avanzar en transformaciones estructurales que rompan las cadenas de dependencia para construir una sociedad sin esclavos ni excluidos, una economía al servicio del Pueblo y una Patria justa, libre y soberana. Y no se trata simplemente de salgar las falsas antinomias que dividen en cinco centrales a los trabajadores formales sino de avanzar en una profunda reestructuración del movimiento obrero que nos incluya también a nosotros y pelee prioritariamente por las reivindicaciones de los trabajadores más pobres.
10.- En el mercado formal no hay lugar para todos.- Tras diez años de crecimiento ininterrumpido, aprendimos que el mejoramiento de los indicadores macroeconómicos, que el aumento de la productividad, el desarrollo de la tecnología y el incremento en las inversiones productivas no se traduce en trabajo formal y dignidad para todos nuestros compañeros. Comprendimos que, en el mercado, no hay ni habrá lugar para nosotros. Observamos como desde el Estado, quizás con buenas intenciones, se aborda el problema estructural de la exclusión socio-laboral con asistencialismo encubierto y recetas de “flexibilización progresista”, la nueva cara de las “teorías del derrame” que esperan que a la larga el crecimiento del PBI nos resuelva la vida a todos. Frente a este panorama, tenemos dos opciones: conformarnos con subsistir como “ciudadanos de segunda” magramente asistidos por el estado en las periferias del mercado o construir una nueva economía que rompa con la lógica de la ganancia, la Economía Popular.
11.- La Economía Popular como Camino.- Este camino ya lo hemos iniciado, desde abajo y a los ponchazos, a mano y sin permiso. No fue la virtud sino la necesidad la que nos llevó a juntar cartones, recuperar fábricas, defender nuestra tierra, producir alimientos, abrir mercados populares, producir artesanías, pelear por programas sociales, crear miles de cooperativas. Sin embargo, esta necesidad nos fue mostrando como cuidar el ambiente, defender la soberanía alimentaria, proteger nuestro territorio, producir bienes necesarios, sacar a nuestros pibes de la droga, cuidad a nuestros niños. Hoy somos miles, tal vez millones y nos estamos organizando para que se nos reconozca como trabajadores y fundamentalmente para dignificar estos procesos que hoy existen bajo formas precarias, desreguladas y atomizadas.
12.- La Economía Popular como Objetivo.- Creemos que sólo el trabajo estable, digno y con plenos derechos, nos permitirá construir la sociedad que queremos. A la vez, nuestra fuerza de trabajo correctamente orientada permitirá lograr objetivos sociales que están por afuera de las necesidades del “mercado”. Es maravilloso pensar que toda nuestra fuerza de trabajo que hoy está dispersa, precarizada, atomizada se puede poner al servicio del mejoramiento de nuestra comunidad. ¿Cómo lograrlo? Revalorizando los procesos de trabajo popularmente creado, integrándolos, regulándolos, formalizándolos, dignificándolos, planificándolos, coordinándolos e incluso subsidiándolos para canalizarlos hacia los grandes objetivos sociales que siguen inconclusos: la soberanía alimentaria, el cuidado del ambiente, la integración urbana de las villas, la recuperación de la infancia, la erradicación del paco, la promoción de una vida saludable y la provisión de bienes y servicios básicos para la existencia. Para alcanzar una verdadera Economía Popular, la redistribución de la renta es condición necesaria para no suficiente. Tenemos que avanzar hacia un verdadero cambio de paradigma en el que determinados bienes sociales, el trabajo primero que todos, sean valorados con reglas distintas a las del mercado.
13.- La CTEP como herramienta reivindicativa de los trabadores de la Economía Popular.- En este marco, diversas organizaciones con larga tradición en la lucha popular, hijas de la resistencia contra el neoliberalismo y nutridas de las más diversas tendencias ideológicas, nos hemos unido para formar una herramienta gremial, reivindicativa, de masas , que permita defender los derechos de esta fracción de la clase trabajadora, recuperar los derechos perdidos y avanzar en la construcción de la Economía Popular. Este verdadero sindicato de los excluidos, organizado en cada rama de actividad, se reconoce como parte del Movimiento Obrero Organizado y reclama el otorgamiento de personería gremial.
A medida que se van organizando las ramas de actividad y su estructura orgánica, la CTEP coordina los esfuerzos reivindicativos de sus organizaciones fundadoras. Así, la Confederación está integrada hoy por trabajadores del Movimiento Evita, Movimiento Popular La Dignidad, Movimiento Nacional Campesino Indígena, Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, Movimiento de Trabajadores Excluidos y diversas cooperativas, asociaciones, emprendimientos productivos y federaciones adherentes en todo el territorio nacional. La CTEP, además de coordinar las acciones de sus organizaciones miembro, se organiza por ramas y regionales…
14.- Las reivindicaciones más urgentes.- Desde la CTEP reclamamos que el Estado Nacional, las Provincias y los Municipios comiencen a dar una respuesta integrada al fenómeno de la informalidad estructural con políticas públicas que permitan la integración, planificación y dignificación de la economía popular. En ese sentido, reclamamos las siguientes medidas:
· Salir de la Informalidad: Reconocimiento de la necesidad de transformar la economía informal de mercado en Economía Popular mediante el registro, la regulación, la integración, la planificación, la complementación y el control de los procesos económicos que se desarrollan por afuera de las vías institucionalizadas.
· Derechos para Todos: Universalización de la totalidad de los derechos laborales para los trabajadores de la Economía Popular –salario mínimo, vacaciones, aguinaldo, asignaciones familiares, protección a la maternidad, licencias, obra social efectiva, estabilidad laboral, derecho a agremiación- a cargo del Estado y con el aporte de los sectores privados que se benefician de la cadena de valor en la que participan nuestros compañeros.
· Una nueva institucionalidad: Creación de un Ministerio de Economía Popular que registre, regule, planifique y fomente todos los procesos de Economía Popular para garantizar los derechos de sus trabajadores y el desarrollo productivo del sector.
· Lucha contra la Inflación: Creación de mecanismos de control popular de los precios, incluyendo la formación de una Red de Mercados Populares abastecidos con productos de la Economía Popular subsidiados para servir la mesa de los argentinos.
· Nuevas formas de propiedad y organización: Reconocimiento de la propiedad social, colectiva y/o comunitaria sobre los medios de producción y territorios afectados a actividades de Economía Popular. Actualización de la normativa de cooperativas sin “flexibilizaciones progresistas” y reforma del INAES.
· Fomento estatal: Ley de “Compre Social” con un cupo no menor al 20% del total de las Compras del Estado al Sector Popular de la Economía con prefinanciación.
· Ventanilla única y participación popular en los programas sociales: Coordinación centralizada de la totalidad de los programas sociales con contraprestación laboral reconociendo plenos derechos a sus trabajadores y permitiendo la participación de sus organizaciones más representativas en el diseño, la implementación y el contralor de los mismos. Dichos programas deben apuntar prioritariamente a mejorar la situación de infraestructura, mobiliario social, vivienda, salubridad y ambiente de los compañeros que viven en villas y asentamientos.
· Apoyo a las Empresas Recuperadas y Plan Nacional de Recuperación de Empresas: Ley de expropiación general para las recuperadas, créditos, subsidios, complemento de ingreso, canales de comercialización, renovación tecnológica, apoyo a la comercialización y la exportación.
· Reforma Agraria Integral: Ley de suspensión de desalojos, Función Social de la tierra, reapertura del Consejo Agrario Nacional. Programa Nacional de fortalecimiento de la agricultura campesina para la Soberanía Alimentaria. Creación de una institucionalidad de rango ministerial que aborde la el uso y función de la tierra en el marco de la Soberanía Alimentaria y popular.
· Inclusión de Cartoneros y cuidado ambiental: Programa Nacional de Gestión Social para el Servicio Público de Recolección Diferenciada, Acopio, Reacondicionamiento, Reciclado y Comercialización de Residuos Sólidos Urbanos Secos para la inclusión social de los 300.000 cartoneros que trabajan en la República.
· Erradicación del Trabajo esclavo: Creación de una Red de Polos Textiles Cooperativos para la erradicación del trabajo esclavo en la industria textil y la integración social de 500.000 trabajadores costureros reducidos a servidumbre en talleres clandestinos.
· Incautación de los bienes de corruptos, mafiosos y esclavistas: La incautación y reutilización social de fondos, bienes de capital, bienes de uso, vehículos, campos o inmuebles, que hayan sido instrumento, objeto o producto de los delitos de corrupción, contrabando, narcotráfico, trata de personas, trabajo infantil y trabajo esclavo (ley de extinción de dominio).
· Protección a los trabajadores de la vía pública: Protección, reconocimiento, registro y regulación a los trabajadores de la vía pública ya sean artesanos, vendedores ambulantes, artistas callejeros.
· Ferias Populares sin Explotación: Protección, reconocimiento, registro y regulación de las Ferias Populares y Ferias Francas de Gestión Social Social. Estatización y reconversión de las actuales Ferias “Internadas” privadas. Reconocimiento pleno de derechos laborales a los feriantes y de los productores que abastecen a la feria.