El Centro Demostrativo de Indumentaria, conocido como Polo Textil de Barracas, es un claro ejemplo de la orientación que desde la CTEP consideramos que deben adquirir las políticas públicas para la integración de los sectores populares sobre la base del trabajo digno. Nacido de la lucha contra el trabajo esclavo en talleres clandestinos, situado en un predio construido por la Ciudad de Buenos Aires, con maquinaria confiscada a los esclavistas y la coordinación técnica del INTI, el Polo se ha convertido en la casa de siete cooperativas que agrupan a decenas de costureros que salieron del infierno de la esclavitud y la trata con fines de explotación laboral. Hoy las cooperativas del Polo son un ejemplo claro de integración popular: producen ropa de trabajo para los cartoneros, colaboran en la confección de prendas de fábricas recuperadas como Lacar, hacen los guardapolvos de las maestras de la guardería Amanecer de los Pibes en Villa Fiorito, etc.
Sin embargo, y a pesar de los valiosos esfuerzos de la Gerencia de Programa de Asistencia Tecnológica para la Demanda Social, la crisis general en el INTI se ha trasladado a este espacio y compromete seriamente su continuidad del Polo. En este mes de mayo, los compañeros de las cooperativas juntos con los técnicos del INTI del Polo tuvieron que juntar la plata de sus magros salarios para pagar la luz, teléfonos e internet por un total de 2200 pesos. Nos explican que esto se debe a que, con el conflicto del INTI que lleva casi 5 meses, están inmovilizadas todas las tramitaciones internas y los técnicos del Polo no pueden retirar desde hace más de un mes la caja chica del CDI de Barracas, ni los anticipos para gastos de funcionamiento. Hasta hace dos meses le proveían insumos para el desayuno a los cooperativistas y debieron suspenderlos abruptamente porque no llegan a cubrir ese gasto, que no superaba los $ 700 por mes.
Les transmitieron a los compañeros de las cooperativas que algunos servicios fueron pagados por los propios trabajadores del Polo para no detener las actividades; y avisaron a los cooperativistas que los vencimientos de servicios de la última quincena de mayo (gas y agua, fundamentalmente) no podrían afrontarlos, y que de continuar esta situación corría serio peligro la continuidad de tareas en el Polo. Al margen del vencimiento de los servicios, los compañeros y técnicos del Polo manifiestan que no cuentan con saldos de dinero para afrontar cualquier diligencia o imprevisto. Esto, en una planta industrial que intenta ser un modelo de producción para la Economía Popular, no puede suceder.
La mayor parte de los costureros cooperativistas, que compiten con grandes marcas y talleres clandestinos, no cobran subsidio alguno y los pocos que perciben el Programa de Trabajo Auto-gestionado Línea 1 corren serio riego de perderlo en virtud de los recortes ordenados por la Secretaría de Empleo en el mes de enero de 2012.
En este contexto, la situación de los costureros cooperativistas es desesperada. Exigimos a las autoridades del INTI la inmediata solución al conflicto y garantías de la continuidad de la producción en nuestro querido Polo Textil.
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¡Trabajo con Derechos por una Sociedad sin Esclavos ni Excluidos!
Federación de Trabajadores de Cooperativas Textiles Imprimir artículo
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