PIÑAS VAN, PIÑAS VIENEN, LOS COSTUREROS SE DEFIENDEN


   En la noche del viernes 21 de octubre del 2011 se presenció un combate verbal sólo comparados a las grandes galas pugilísticas del boxeo profesional, entre Castillo administrador –empresario- vocero inmobiliario de la Salada, según se desprende de sus propios dichos,    el cual llegó al estudio en el Canal 26 con sus custodios y su acostumbrada impunidad de años de coimas a políticos y policías. Mientras en el  otro lado del rincón hace su ingreso Gustavo Vera, conocido por todos nosotros, de profesión maestro de  escuela y uno de los luchadores que hay,  como tantos otros, dispuesto a terminar en la Argentina con el trabajo esclavo y la trata de persona con motivo de explotación laboral o sexual.  Este cuadrilátero metafórico fue el programa televisivo  plan M, y el tema en cuestión era   sobre  el  trabajo esclavo en talleres clandestinos, los cuales cosen sus productos para algunos puestos de la salada, y la otra cuestión planteada en el programa fue los bajos precios ofrecidos en la salada por las prendas allí ofertadas.
   Con un graf muy interesante se planteó el debate “Reino ilegal o precios populares”; ni bien el conductor le dio la palara, este buen señor se despachó diciendo una sarta de sofismas tan burdos como incoherentes haciendo caso omiso a la razón, la realidad o al menos a las pruebas formales y legales expresadas en las tantas denuncias que Gustavo le mostro, no conforme con eso se encargó en todo momento de difamar a nuestro compañero tildándolo de mentiroso desdiciéndose de sus propias declaraciones en los medios.
   Ahora bien, cuando los demás participes del programa intentaron entrar en razón con este buen hombre Castillo, explicándole lo que es evidente hasta para un niño, como el hecho de que precisamente los niños no pueden ni deben trabajar o que los aportes tanto previsionales como sociales (obra social, art, etc.) son verdaderas ventajas y beneficios tanto a corto como a largo plazo, que la regularización del trabajo a sueldos de convenio es un beneficio real concreto e inmediato este gran exponente de la viveza criolla no tuvo más que palabras inconexas, frases carentes de todo sentido.
   Un botón basta de muestra, cuando el representante del INTI Enrique Martinez explicó de manera concisa y concreta la situación real en toda su complejidad tomando la verdad sobre el fraude de las marcas y coincidiendo con nosotros que los trabajadores deben  y necesitan pagar las cargas sociales para el mejoramiento de su calidad de vida el gran empresario Castillo no hizo más que vociferar a los cuatro vientos y sin escuchar más que su voz en eco que la salada es un sistema que todos deberían copiar.
    En conclusión, una vez más compañeros, la realidad nos demuestra que debemos seguir firmes en nuestra lucha ya que por desgracia en nuestro país existen muchos Castillos que no entienden más razón que abultar sus bolsillos en pos del sometimiento de los otros. Y que solo los venceremos si seguimos unidos en esta valerosa lucha por los derechos que todo hombre debe tener de libertad, dignidad y calidad de vida.

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