Si le contáramos que hay gente en las calle hurgando la basura, recolectando cartón, aluminio o ropa, y a su lado un hombre con cartel el cual dice, ¡La plata está! ¡La plata está!", en el medio de alguna avenida de la ciudad; poco sabríamos hoy, si estas postales son de Argentina en el 2001, o en Grecia en el 2011, pero si sabriamos que los responsables son los mismos, en ambos lugares del mundo.
El otro dato interesante es que la situación del blindaje financiero poco puede ayudar a la situación real de los griegos, sino, todo lo contrario, como sucedió por estos lados, a donde los últimos prestamos, solo sirvieron de pantalla, para que los ricos del mudo hagan uno de los vaciamientos de fondos más grandes de la historia; endeudándose en dólares y pagando en pesos, logrando una licuación de sus deudas.
En esos tiempos José Luis Machinea prometía una salida mágica al problema; el Plan Federal de Infraestructura. Se trataba de 26 proyectos, por 1062 millones de pesos, distribuidos en 20 provincias. Los trabajos, prometia, estarían concentrados en ampliación de redes viales y aprovechamiento de recursos hídricos. Cuando en realidad, el único interés de este ministro, era, el resguardo de las críticas y enviar señales de ortodoxia a los mercados.
En conclusión, las promesas desarrolladas al pueblo griego sólo tienen como objetivos la privatización de sus recursos turísticos, planes de ajustes, inhumanos.
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